Vie. Dic 8th, 2023
Bromo vs Dos En El Camino, el duelo final...

Tom Hanks y Meg Ryan, la pareja más amada de los 90´s nunca estuvo en Bromo y lo más cercano a un volcán fue con los efectos digitales de Hollywood. E igual hicieron una película. Con Dany hacemos una pareja más encantadora (?) y en nuestro viaje de película no solo fuimos al volcán sino que bajamos. Dos En El Camino 1, Hollywood 0. Queridos Tom y Meg, sigan participando.

Llegar a Bromo no es broma

«Todos los caminos conducen a Roma, y a Bromo se llega solo desde Probbolingo». Todos escuchamos ese refrán alguna vez. Pero nosotros creemos que los mitos fueron creados para ser destruidos, por eso, junto con Dany y Diane (una francesa amiga de Karimunjawa) decidimos ir contra la corriente. Obviamente nos ahogamos.

Bote de Karimunjawa hasta Jepara, solo 2 horitas. Taxi hasta la estación de buses, 10 minutos. Tras esperar 3hs, bus hasta Malang. Otras 9hs que pasaron volando. Ya estábamos a 30 kms de Bromo y en tiempo récord !

Les aseguramos que preguntamos media docena de veces si el bus al que nos subíamos iba a Bromo y la respuesta fue siempre afirmativa. Ya en el bus, consultamos 3 veces más. Y solo en la última nos dijeron que el destino era… Probbolingo, desde donde podríamos ir a Bromo. Más de 3hs después habíamos llegado donde jamás quisimos ir. Y ahora estábamos a 50kms de nuestro objetivo.

Desde allí debíamos someternos a la mafia del transporte local que traslada turistas hacia Bromo cuando tienen ganas y al precio que quieren. Lo intentamos todo. Taxi, Uber, dedo y hasta llorar en medio de la ruta. Volvimos con la cabeza gacha hasta los conocidos mafiosos. Es así, hay veces que el destino no puede torcerse. 2hs después y acumulando 25hs desde haber dejado la isla de Karimunjawa, llegamos a Bromo.

Ahí está nuestra presa…

Turismo en dos etapas

La visita a Bromo se divide en acercarse al borde mismo del volcán y en ver un amanecer sobre una montaña cercana. Puede hacerse todo el mismo día si se contrata camioneta para ir de un lugar a otro, pero eso no exime del ejercicio que implica llegar a los picos (solo a pie). En caso contrario, se recomienda separar en dos días las visitas. Qué elegimos nosotros ? La opción más barata pausada.

Viviendo al borde (de un volcán)

Nuevamente, nos encontrábamos ante una disyuntiva. Elegir el camino teóricamente más rápido hacia el cráter del Bromo, pagando USD 16 la entrada o buscar una forma ilegal emocionante de llegar ? Adivinaron, optamos por no abrir la billetera sazonar la experiencia con adrenalina.

Gracias a una local pudimos ubicar por donde empezar a bajar. Descenso largo y empinado pero no muy complejo.

Luego, una gran planicie que resultó ser más difícil de lo previsto ya que el piso estaba compuesto de ceniza volcánica, lo cual dificultaba mucho el paso. Cansador, pero lo fuimos consiguiendo. Cada vez más cerca!

Bromo vs Dos En El Camino, el duelo final…

Antes del volcán, subidas y bajadas sobre médanos de ceniza. Los músculos de las piernas ya reclamaban jubilación un poco de descanso. Los sentidos, atentos a la aparición de algún guarda reclamando por nuestros ingresos. Ah, el delicioso encanto de ganarle al sistema.

Y cuando ya estábamos casi ahí, el terror, el horror: mas de 250 escalones para subir a los 2400 metros de altura. Nos armamos de valor y emprendimos la subida.

Hay que reconocer que dejamos todo para poder llegar. Alma, corazón y hasta vómitos varios, de parte de Dany. La vista justificó el esfuerzo.

Es una experiencia única la de caminar por el borde de un volcán, sabiendo que si caíamos, sería algo más que el final del viaje. También alejarse del bullicio y contemplar la otra cara del Bromo fue algo fascinante.

La clave es jamás pensar lo que hay a los costados

Particularmente, lo considero una de las experiencias más fantásticas que me han tocado vivir, al nivel de la Plaza Jemaa El Fna en Marruecos o ver a River Plate en el Monumental. Bueno, no tan maravilloso.

La vuelta, ya de noche, no fue nada fácil tampoco. 25hs de viaje, subir a un volcán, darle una vuelta y luego regresar a nuestra casa. Según el iPhone, ese día caminamos 16kms y subimos el equivalente a 112 pisos. Pena que el celular pueda medir distancias y no alegrías, porque hubiera marcado una de las máximas de este viaje.

Invento de un trasnochado

Quién es el imbécil que insiste con hacer actividades en el amanecer ? Por qué, también en Bromo, había que ver el amanecer desde una montaña cercana ? Ya se, alguno dirá que no es grave despertarse a las 6am. Lamentablemente, amanece 5:30am y para llegar al pico, se empieza no después de las 3am. Y hace frío, pero mucho frío.

La subida es difícil y absolutamente a oscuras durante unos 4 kilómetros. Si sumamos el cansancio que arrastramos del día anterior y las pocas horas de sueño, se puede entender porque sentimos el esfuerzo.

En mi caso, la subida fue más lenta de lo que hubiera querido. En el de Dany, el vómito fue más suave que el día anterior. Algunos viajan y extrañan su hogar. Otros, cambian sus hábitos alimenticios. Dany vomita.

Como experiencia, está muy bien. Pero honestamente, no justificamos el madrugón para ver salir el sol desde ahí. Pensándolo bien, no justificamos madrugar en ningún caso.

Bonus track: Papuma Beach o como hacer todo sin saber nada

El paso siguiente a Bromo es Ijen, otro volcán. Evaluamos el tema y nuestro estado físico y decidimos tomarnos un descanso intermedio antes de partir hacia Ijen o Bali. El lugar elegido para recuperar energías fue Papuma Beach. Bueno, casi.

Nos dijeron que desde Jember era fácil llegar a las playas, así que eso hicimos. Lamentablemente jamás encontramos como llegar por lo cual tuvimos que ir en Uber. Una vez allí descubrimos que sería imposible volver, así que arreglamos con el conductor para que nos espere un par de horas. Finalmente lo invitamos a comer porque nos dio pena cayó simpático.

La playa nos recordó a Islandia. Rocas en medio del mar, piedras negras y grandes olas rompiendo imponentemente. Digno de un capítulo de Game Of Thrones.

Reconociendo nuestros límites

Tras un concienzudo y valeroso análisis decidimos que la subida al volcán Ijen va a quedar para otra vida visita. No lo decimos con orgullo sino con pena, porque queríamos ir, pero hay veces que es mejor escuchar lo que dice el cuerpo. Y en este caso dijo algo como «no rompas los huevos, vamos a Bali y listo». Y hacia allá vamos.

Fotos y más fotos ? Donde siempre.