Mié. Sep 18th, 2024

En la serie de Netflix se puede ver como era la vida de Elizabeth de Inglaterra al asumir su reinado. En Mysore, no lo vivimos a través de una pantalla sino que nos portamos como reyes. Paseamos por el Palacio Real y tomamos el té mirando los jardines del Palacio de la Reina. Y para que no crean que porque somos de la realeza no sabemos lo que es ser plebeyo como ustedes, también fuimos a Chennai.

Para acompañar este posteo y recorrer juntos los palacios, nada mejor que la música que sonaba en aquellas épocas de gloria (para pocos), donde podían exhibir su (obscena) riqueza en fiestas a las que asistía todo el pueblo. La realeza para disfrutar y el resto para servirles, claro:

Mysore, donde vamos los que hacemos yoga en India

Momento, no pongamos cara de sorpresa por la revelación del título (esperen al bonus track). Hablemos primero de la segunda ciudad más grande del estado de Karnataka. Mysore o Mysuru, algo así como «la morada del demonio».  No se preocupen ya que fue asesinado por la Diosa Chamundeshwari. La ciudad se destaca por un tipo de jazmín, el «pak» que es un dulce tradicional, por haber inventado una variante del yoga y lógicamente su mayor fama se debe a habernos recibido a nosotros.

Hasta 1947 fue sede del Reino de Mysore y gobernada por la dinastía Wodeyar. Si, solo 70 años atrás. Esta realeza se caracterizó por el mecenazgo de las artes y fomentar el crecimiento cultural de la ciudad. No sabemos cuanto habrán influido, pero en charlas con locales no se cansaron de resaltar el nivel educativo de sus conciudadanos, sobretodo en comparación con el norte del país.

Pero más allá de la historia y de T Nagar, una zona comercial poco turística que sirvió para que Dany se desespere con las compras conozcamos más de la ciudad, que encontramos ?

Mercado de Devaraja

Colores y más colores. Frutas, flores, tinturas y el reflejo del sol sobre todo tipo de chucherías. Sonidos rebotando de un lado al otro. Gritos del florista vendiendo ofrendas, llamados del tendero exhibiendo especias y señoras comentando el último capítulo de la novela. Bah, seguramente no, pero no entendemos así que preferimos asumir eso a pensar que se referían despectivamente sobre nosotros.

Y todo, matizado con el aroma del sándalo, que es a los indios lo que el patchouli a los hippies.

Palacio Real de Mysore

27 letras en el abecedario ? 88.000 palabras en español según la RAE ? Debería ser suficiente pero me falta capacidad para combinarlas y describir techos, mosaicos, columnas y jardines de este Palacio centro de atención de la ciudad.

Nos sorprendieron la magnitud de sus espacios y los detalles interiores así como los regalos ofrecidos por los históricos visitantes. En parte, un poco lo que siempre dijimos del Vaticano. Para que les sirve tener tanto si a pocos metros la mayoría no tiene nada ?

Lalita Mahal Palace

El segundo palacio de mayor tamaño, construido en 1921 por el Maharaja de turno, exclusivamente para la visita del Virrey de India. Que lindo tener amigos así, no ? «Cuando llegas ? Avisame así te construyo un palacio».

Construido sobre las colinas de Chamundi, siguiendo la línea de la catedral de St. Paul de Londres y reflejando tanto mansiones inglesas como palazzos italianos. Increíblemente, todo este nivel e historia caen estrepitosamente al aceptar gente como nosotros para tomar el te.

Templo Chamundeshwari

Cómo no íbamos a conocer a la Diosa que mató un demonio ? Nos alejamos unos 15 kms de la ciudad, subimos la colina de Chamundi y llegamos a su casa. La mantiene bastante bien considerando que es del siglo XII. Eso si, la Diosa será muy violenta y peligrosa, pero la decoración que eligió nos pareció más de un parque Disney que la de una asesina de enviados del averno.

Igual, no nos burlamos ya que es la Diosa oficial del estado y ha sido venerada durante siglos por los Maharajas de Mysore.

Chennai, o como ir al Norte de India pero sin alejarse

Ir a Mysore fue complejo, porque implicó cambiar nuestro plan original. A vistas de los resultados, fue una maravillosa decisión. Pero para esto, debimos restringir días de otro destino y el elegido para la poda fue Chennai. Considerando lo que vimos, también fue una buena elección.

También conocida como «Madrás», la ciudad con más de 10 millones de habitantes nos impactó. No por sus vestigios ingleses, como el Fuerte St. George o por tener una tasa de alfabetización del 80% (muy por encima del 65% de promedio país). Decimos que nos sorprendió por su parecido con el norte de India que recordábamos. Más suciedad, mendicidad (casi 20% viviendo en moradas muy humildes o situación de calle), animales sueltos, visiblemente enfermos y hambrientos.

Hasta las actitudes de los que nos cruzamos difería con lo que nos tenía acostumbrado el sur. Más desdén, menos respeto y según Dany, miradas mucho más lascivas. Que quede claro, si los comparamos con lo que estamos acostumbrados en nuestros países, son todos más buenos que Lassie con bozal. Pero tras casi un mes al ritmo de otras ciudades, el cambio nos impactó.

Claro que nada de esto impidió nuestra recorrida, que aunque limitada en tiempo por los 2 días que nos quedamos, sirvió al menos para tener un contacto con la ciudad.

Templo Kapaleeswarar

Dedicado a Shiva, cuando no, y a una de sus esposas, este templo es uno de los más antiguos, ya que se cree que es del siglo VII. La tolerancia religiosa (?) de ingleses y portugueses lo demolió y reconstruyó como iglesia católica unos 300 años más tarde. Pero como a la dinastía Viyajanagara no le ganaba nadie de lo testarudos, en el siglo XVI lo rehicieron y le sumaron un «gopuram» de casi 40 metros (viendo las fotos no se necesita traducción).

Mucho movimiento, gente por todos lados haciendo sus ofrendas y solo una persona entre miles controlando que Dany no entre con vestimenta inadecuada. Y la encontró, así que una vez más, no pudo ver el mejor lugar de todo el viaje (?).

Templo Parthasarathy

Construcción del siglo VIII dedicada a Shiva ? Eso tenemos que verlo, dijimos con Dany, que no nos gusta perdernos nada original (?).

Como particularidad, muestra las 4 reencarnaciones de Vishnu: Narasimha, Rama, Varaha y Krishna. Obviamente estas son cosas que SIEMPRE nos enteramos después, así que el templo lo caminamos como zombies en busca de cerebros frescos.

Catedral de Santo Tomás

Quizás no tan llamativa para muchos, pero para nosotros, ver una construcción del siglo XVI retocada con estilo neogótico por los británicos tres siglos después, ameritaba la visita.

Además, podíamos darnos el gusto de saludar a Santo Tomás, apóstol de Jesús, que es la estrella de la casa por estar enterrado allí. Según Marvel los Santos Evangelios, fue martirizado en año 72 en el Monte Tomás, tras estar predicando en India. Mira que tenía lugares para elegir con más adeptos, eh…

Más allá de las ironías que se le ocurrieron a Dany, nos sigue llamando la atención ver a los locales rezar en una iglesia católica. Ellos también se sienten raros, porque se descalzan como cuando entran a un templo hindú. Alguien que les avise que no es necesario…

Bonus track I: un pequeño paso para el hombre…

«Donde fueres, has lo que vieres», reza el refrán que pensó alguien al que le gustaba hablar complicado. Y si en Mysore está lleno de escuelas de yoga y meditación, qué íbamos a hacer ? Obvio que comer y dormir yoga y meditación. Además nos alojamos en un centro de entrenamiento, así que no teníamos excusas.

Qué hicimos ? 6:15, yoga. 17:45, meditación. Ambas cosas nos sorprendieron. Yoga, porque fue físicamente mucho más exigente de lo que creíamos (traducción: aún nos duele todo). Meditación, porque el alto ladri que daba la clase nos tuvo 1 hora haciendo sonidos extraños con unos bowls cantantes de Nepal. En serio, no es broma. Y tampoco que pagamos por eso. Al menos la estafa musical se amenizó viendo las caras de concentración de las boludas alumnas que asistieron con nosotros…

Bonus track II: la práctica hace al hombre

Desde que llegamos a India allá por Febrero, nos preguntábamos como podían hacer tanto ruido al comer. Finalmente, hayamos la respuesta. Entrenan desde pequeños:

Peleando hasta el final

Un día llegamos a India y conocimos el norte del país. Tiempo después, volvimos para recorrer el sur. Algo que veíamos tan lejano y tuvimos la fortuna de repetirlo. Nos ilusionamos, lo pensamos y nos animamos.

Aunque parezca increíble para nosotros, ya pasaron casi 10 meses y 11 países de Asía después aún nos queda aire para seguir peleando este viaje. Si, pareciera que lo que viene será el último round. Al menos para Dany y juntos en este 2018.

Cómo seguirá este viaje ? Se viene Sri Lanka, otro de los destinos que siempre pensamos exóticos y lejanos, improbables y extraños. Y seguramente en unos días estaremos posteando desde este lugar, materializando una vez más este sueño que se hizo realidad.

Perfil de viaje o personal ? Elijan, hay para apreciar en ambos.