Mié. Sep 18th, 2024

La vida está llena de esas promesas hechas para incumplirse. «El Lunes empiezo el gimnasio», «Te llamo para tomar un café», «No importa la distancia, voy a serte fiel». Me había asegurado que no volvería a usar títulos de películas a partir de la llegada a Emiratos Árabes. Una vez más, no cumplí con mi palabra.

Amor por los colores ? Esfuerzos titánicos por lograr el objetivo ? La pasión ante todo ? Presente en la película y check, check, check, en este paso por Emiratos para acompañar a mi sueño rojo y blanco.

Y para los que recién salieron de abajo de las piedras cuando perdimos contra unos ilustres desconocidos que jugaban con turbante, pueden acompañar este posteo con la versión que más les guste entre estas 20 bandas sonoras:

Emiratos no es Japón

Quizás es que los recuerdos siempre son mejores que el presente o que ya estamos acostumbrados, vaya uno a saber. Aquella gesta de 2015 llevó a más de 20.000 hinchas a copar Japón, que estuvo más rojo y blanco que nunca. En este 2018 tocó Emiratos Árabes, pero la poca anticipación y la economía conspiraron para que seamos apenas más de 5.000 los que viajamos.

Emiratos resultó ser un lugar más cálido que Japón, pero solo en lo que a temperatura respecta. Fuera de lo futbolístico, nos mostró un país que pareciera haber sido hecho por nuevos ricos. Mucha exageración, demasiado de todo, salvo de locales porque son todos extranjeros que van a trabajar. Separemos lo cultural, donde mantienen una línea histórica aunque las construcciones también sean mayoritariamente nuevas.

Dubai, cuando no hay nada que la plata no pueda comprar salvo el buen gusto

Es difícil ver la ciudad y pensar que fue un protectorado británico. No quedan vestigios de ese pasado no tan lejano. Lo que si se nota es que a partir de 1960, con la aparición del petróleo se generó una revolución. El país, cambió. Lo que no cambió es quien rige el destino del país, la misma familia desde 1883. Y para los amantes de la democracia, no pareciera que esto moleste a sus habitantes.

Más de 4000 km2, no siempre conectados por bus o metro hacen que moverse en Dubai no sea tan sencillo sin tener automóvil. Para tomar real dimensión, Gran Buenos Aires tiene el triple de tamaño y Ciudad de México cerca de un tercio.

Y qué tiene, además de petróleo ? Sumado a las islas artificiales con forma de países o palmeras, tiene al Burj Kalifah, el edificio más alto del mundo, con 828 metros. Estuve a punto de subir pero es más fácil sacarme un tatuaje que los USD 100 de la entrada no quise disfrutarlo sin Dany.

Posee en Al Fahidi un barrio histórico, hoy mantenido de ese modo para los turistas, pero que conserva aún cierto encanto que le da un toque de distinción. Dentro de las casas hay restaurantes caros y galerías de arte, pero eso no le quita la magia de caminar entre callecitas sinuosas y adentrarse en los locales para ver lo que alguna vez fueron amplios patios.

Considerando que el barrio data de inicios del siglo pasado, el cambio que se ve en la ciudad es radical, si lo comparamos con los rascacielos que la circundan actualmente o los malls con sus fuentes de agua, gigantescos acuarios y pistas para esquiar (en un país que la temperatura llega a 30 grados en invierno).

Cruzando el río, esperaba encontrar algún mercado («souk») como los que recordaba de Marruecos, pero no fue el caso. Si es posible pasear por donde venden especias, oro o perfumes y admirar la increíble capacidad de los vendedores para hacer que la gente se lleve lo que no necesita y a precios escandalosos, pero creyendo que hicieron un gran negocio.

Y para la gente humilde, como este pobre y desocupado trotamundos, también hay playa pública en caso que uno desee desconectarse y dejarse arrullar por los gritos de los indios el sonido del mar. Con vista a otro icónico y plástico referente, como es el hotel Burj Al Arab, el hotel que emula ser una vela. Me podría haber alojado ahí, pero se me ocurren mejores usos para los USD 1400 que cuesta la noche.

Al Ain, la ciudad sin sombra

De la cosmpolita Dubai, a la cuarta ciudad de Emiratos Árabes y parte de Abu Dabi. Su nombre significa «manantial», pero no hay que ilusionarse con vergeles de agua por doquier. Son ríos submarinos, por lo cual fue una ciudad muy importante en sus orígenes para generar irrigación y mantener sus oasis. Claramente cuando hicieron plata, optaron por los shoppings con aire acondicionado para estacionar los camellos las ferraris.

La recorrida incluyó el fuerte Al Jahili, un oasis bien mantenido y el palacio del Sheik Zayed. Y todo, sin sombra. Si Cuernavaca es la ciudad de la eterna primavera, Al Ain es la del eterno mediodía. Es difícil de explicar, no hay donde guarecerse. No quiero imaginar lo que es esto con calor de verdad.

Abu Dabi, de mendigo a millonario

De vender perlas como principal ingreso y vivir en casas de barro, a este presente con rascacielos y tiendas de lujo. Qué milagro ocurrió en los últimos 50 años, en la segunda ciudad más habitada de los Emiratos que genera el 15 del PBI del país ? Simple, no dejan que las mujeres hagan nada petrodólares. Abu Dabi tiene casi el 10% del petróleo de todo el mundo.

Otra ciudad sin una línea arquitectónica clara, donde se suceden edificios curvos de vidrio polarizado y mezquitas que parecen antiguas, pero son nuevas.

El mejor ejemplo de las mezquitas modernas se da en la del Sheikh Zayed. Luce como algo histórico, pero se construyó en 2007. Es la más grande del país y a diferencia de las demás, esta puede ser visitada por turistas.

Más de 20,000 m2 y 1000 columnas, con minaretes (las torres esas, bah) que superan los 100 metros hacen de la mezquita un espectáculo único. Y más si la entrada es gratis.

Bonus Track I: Cómo explicar lo inexplicable ?

El Mundial de Clubes era el postre que venía después de una opípara y lujosa cena. Estábamos tan llenos que no sufrimos quedarnos sin este dulce. Y si no, que se lo pregunten a los que no pararon de cantar ni siquiera cuando jugaba otro equipo. Hacía casi 2hs que había terminado el partido y seguíamos como un domingo cualquiera en el Monumental.

Bonus Track II: Para los cabeza de termo

Me harté de los argentinos comiendo en Pizza Hut y McDonald’s. Muchachos, les cuento que se comía muy bien en Emiratos. Ya se, seguro alguno estará escribiendo en su blog (?) que se cansó de verme comer shawarma al plato, hummus o labneh hasta en el desayuno.

Bonus Track III: Un regalo antes de navidad

Qué chances hay de encontrarse con la familia en Abu Dabi y Dubai ? Todas indudablemente, porque así lo hicimos con Horacio y Lore. La próxima, en Miami, donde residen. Ojo, no es que yo quiera ir, eh. Es que me extrañan y no me gusta verlos sufrir…

Un paso más hacia las dunas

Parto, bus mediante, para cruzar la frontera y adentrarme en Oman. Por qué ? La respuesta es más que obvia: porque si. Quién no soñó con pasar navidad en Muscat ? Qué ? Nadie ? En serio ? Bue, se ve que tuve una infancia difícil.

Ya no está entre nosotros (?), pero igual sigue subiendo recuerdos del viaje acá y acá. Si la extrañan como yo, no dejen de verla en fotos al menos.