Al arrancar esta nueva etapa británica creíamos que nuestro enemigo veraniego sería la lluvia, a diferencia del resto de Europa donde el calor arrasa. Pero nos equivocamos. Llegar a Wetheral se nos complicó. Irnos, también. Y hubo q cambiar la salida de Burnley. El tren, servicio que cubre la geografía del país cual pulpo metálico, se encuentra en una abierta batalla contra el gobierno y sus recortes. Ante la amenaza de despidos armaron un plan nacional de huelgas que paraliza el país. Pero como lo nuestro es un sacerdocio, hicimos malabares, pasamos piezas de un lado a otro, nos subimos a cualquier cosa que se mueva y lo logramos. Cantamos «presente !» en nuestras escalas obligadas de Wetheral y Burnley.
Wetheral, donde ir a jubilarse
Mucho verde y nada más para hacer más que caminar ? Podría ser un recuerdo de nuestro paso por Great Leighs, salvo que allí era toda gente joven y aquí, una versión británica de Florida. Este pueblito de Cumbria, además de acercar a los de la 3era edad, se ve que aleja a los que no son ingleses «tradicionales», porque la composición cromática era extremadamente unicolor.
Qué se hace en Wetheral además de recorrer los senderos verdes, bordear el cristalino río Eden y visitar una abadía del siglo XII ? Mucho más ! Bueno, algo más. OK, OK… poco más, quizás ? Para que seguir con la farsa, no es un lugar del que París pueda sentirse atemorizada como destino turístico.
Y si bien el clima no ayudaba (y la ciudad mucho tampoco), la casa justificaba todo. Nuevamente, al mejor estilo Preston, un jardín que sumado al espacio donde descansar y un estanque con peces carpa, nos proveía de verduras y frutas frescas casi sin límite. La felicidad de Dany materializada en un espacio verde. Kale, pepino, pimientos, tomates cherry, manzanas, fresas y tantas cosas más que mal podemos recordarlas sin que se nos haga agua la boca. Ah, y además tenían ruibarbo. A googlear si no lo conocen.
Un cliente sin demandas
Queda claro que no fuimos a Wetheral para disfrutar de sus maravillosos paisajes (que los tiene) ni de su húmedo clima (que le sobra). Era turno de seguir desplegando nuestro magnetismo animal (?), ésta vez con una gata de 15 años y problemas de tiroides. No se sensibilicen que en breve tendremos experiencias más bizarras… Volviendo a la gata Mitsy, si aun nos cuesta creer que haya gente que nos abra las puertas de su casa tan irresponsablemente amistosamente, más aun nos llama la atención cuando lo hacen por una mascota de este estilo. Usualmente los gatos no juegan, requieren poca interacción, no se acercan a los humanos y les alcanza con tener comida en un bowl (y ni siquiera en un horario específico). Pero si nos requieren para estos absurdos, cuenten con nosotros 🤷♂️.
Carlisle, una escala más completa
La ciudad grande, la que llama la atención en la zona no es Wetheral. Esta es más un satélite a 10min de tren de Carlisle, la que concentra la actividad comercial y más riqueza arquitectónica. Como tantas ciudades de este país, aún conserva su castillo que se puede recorrer y su catedral. Esta última, con más de 900 años de antigüedad y con jardines que no dudamos deben estar igual que en su fundación. Y como un gustito nos podemos dar de vez en cuando (?), hicimos escala allí antes de nuestra siguiente parada.
Burnley es de película
Tanto nos gustó la ciudad ? Claro que no, pero saben que hacemos cualquier cosa porque sigan leyendo (?). Seguro que pocos conocen Burnley. Y menos aún deben saber sobre el Banco de Dave. La ciudad se hizo famosa porque un empresario local desafió a los grandes bancos, logró abrir una entidad financiera más «humana» y su historia llegó al cine.
Pero si esta ciudad tuviera una nueva oportunidad de llegar al cine, debería contar su otra historia. Y hasta sería igual de hollywoodense. Con pasado que se remonta al 1122 cuando es mencionada por primera vez. En el siglo XIII se convirtió en un centro de comercio con foco en agricultura y lana. En los siglos siguientes, continuó creciendo y desarrollándose, aprovechando la Revolución Industrial. Y como es Inglaterra, el ferrocarril en la década de 1840 contribuyó significativamente al crecimiento y al auge de la industria textil. En unas centurias, pasó de ser tierras regaladas a una abadía, a convertirse en un polo de atracción para trabajadores de otras áreas en busca de empleo.
Llegó la segunda mitad del siglo XX, la industria textil se trasladó a otras latitudes y la ciudad cambió para siempre. Y el impacto fue inocultable. Hoy apunta a otro tipo de economía como tecnología y servicios e incluso el turismo. Pero aun pueden verse los esqueletos de su polo textil reconvertido a distrito de negocios y una ciudad que pareciera no terminar de despegar, con locales vacíos y «homeless» pululando por el centro.
Lola y todo lo que uno espera
Si bien la gata Mitsy había sido casi un trámite administrativo, hay cosas que nos gustan mucho más aunque sean un poco más laboriosas. Lola resultó ser casi perfecta. Educada, afectuosa, de requerimientos mínimos y fácil de llevar. Todo lo que uno espera de una novia mascota. A tal punto nos sentimos cómodos que lamentábamos que fueran tan pocos los días que teníamos con ella. Otro de los casos en los que repetiríamos la experiencia gustosos.
Nuevamente es hora del descanso
Como ya cargamos al hombro 480 días de viaje, precisamos mechar tanto esfuerzo con un poco de relajación y mente en blanco (?). Dejamos atrás una ciudad que se hizo famosa por una historia real y vamos a otra que vive de una fantasía. O no, depende si creen en Robin Hood. Y luego, nos espera un pueblo salido de la pluma de uno de los más grandes, pero que no es River Plate, sino la ciudad de William Shakespeare. Próximas paradas, Nottingham y Stratford Upon Avon.
Como siempre, aunque cada vez se queje más de sus seguidores, estamos en la cuenta de Instagram de Dany. Por nuestra parte, no habrá clima o huelga que nos frene mientras sigamos haciendo lo que queremos. Chau, hasta el próximo posteo.