Lun. Oct 21st, 2024

Zurich es lo primero que viene a la mente cuando se habla de Suiza. Pero para nosotros, Embrach, que es un viejo conocido. La ciudad que rompe con la lógica de las distancias. Al mismo tiempo, está cerca de todo y lejos de todo. Si, en 15′ de tren se llega a Zurich pero a un costo (como todo en Suiza), que obliga a repensar con que frecuencia se justifican ciertas visitas. Y por qué volvimos ? Fácil, porque las vistas y Lexi lo justifican.

Alguno se anima a decirle que no tiene ganas de jugar ?

 

No solo los paseos recordaremos

Nuestra casa en Embrach era muy cómoda, amplia y con un jardín ideal para jugar con Lexi. Además, está cerca del bosque y del río. Qué más pedir ? Bueno, unos grados menos hubieran venido bien, pero no nos quejemos (mucho) porque en unos meses seguro estaremos añorando estos días de calor.

Si bien llegar bajo el sol era una tortura, no podemos negar que tanto el bosque como el río fueron paseos ideales. Lexi podía caminar o nadar tranquila y nosotros no tener que estar tan atentos. Es que esa belleza increíblemente cariñosa, la que duerme con ositos en la boca, la que espera sentada para comer hasta que le den permiso, la que antes de irse a dormir elige un muñequito para llevar a su cama… esa dulce perrita, se transforma en una bestia asesina de 50 kilos de masa muscular lanzados en velocidad cuando ve a cualquier otro perro a menos de 1 kilómetro de distancia y no alcanzan los brazos para contenerla. Y por si no la recuerdan, es este tierno bichito…

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Exceptuando esos pequeños ataques de salvaje violencia, Embrach nos dio la posibilidad de, nuevamente, estar en una ciudad con mucho verde y naturaleza. Con montañas ahí cerquita, con animales pastando tranquilos y con plantaciones a la vuelta de cada casa.

Zurich, una de esas ciudades de postal

Ya habíamos tenido una experiencia relámpago en Zurich. Parece que fue en otra vida ese primer capítulo de los Dos En El Camino. Bueno, me pasa solo a mi que mal recuerdo donde fuimos y que hicimos, pero no a Dany, que tiene memoria de elefante y carácter de bulldog, porque me mira enojada cada vez que no me acuerdo de algo (lo cual sucede muy seguido, debo reconocer).

Sigue siendo la ciudad prolija, tranquila y educada de aquella vez. Pero ahora, en lugar del frío de aquel Febrero, tocaron más de 30 grados en esta ola de calor que azota Europa (no se olviden de los más de 40 grados en París !). Justo en el país de los chocolates y los quesos, ideal para invierno, nos tocó pleno verano. Nota del redactor: Dany pide que se deje asentada su  posición en contra de esta frase, ya que para ella el mejor clima para comer chocolate y quesos es CUALQUIERA.

Y seguramente aprovechó mis ausencias para darse ciertos gustos mientras recorría ese centro mundial de finanzas asentado a una orilla del Lago que lleva el mismo nombre de la ciudad.

También fundada por los romanos que la protegieron de los ataques germánicos hasta que decidieron irse. No los germanos, esos se quedaron esperando hasta que tomaron posesión de la Zurich de ese momento. Entre otros legados germánicos, está la variante de alemán que se habla por esa zona.

El mismo lugar que fue el primer bastión protestante de Suiza y ya que tenía tiempo, dedicaron más de 200 años a perseguir brujas. No se si las vieron, pero al que no vieron fue a Napoleón que entró sin nadie que le diga que no pero tampoco lo recibieron con los brazos abiertos. La famosa y perpetua neutralidad suiza vigente desde 1815. Tan perpetua que ni a los nazis les dijeron algo…

Aufidersen y Ciao!

Se terminó la etapa Suiza y por ahora, no hay pensada una tercera entrega de esta serie. Pero no se acabó Europa (y mucho menos esta segunda entrega de Dos En El Camino!). Se vienen unos días de mucha pizza y pasta. Dónde sino más que en Italia ? Agarren su motorino que nos vamos a Milán.

Mientras esperan para ver que comimos hicimos, tienen a Dany. Chau, hasta el próximo posteo.